El conocimiento entendido y utilizado como objeto ha connotado múltiples significados. Metáforas como la esencia de las cosas, o el valor de las ideas, cobraron fuerza con el despliegue del programa iluminista (s. XVIII), transformándose en una fuente de legitimación ideológica con capacidad para establecer relatos instituyentes. En la antigüedad, el conocimiento estuvo emparentado con la virtud y la magia; posteriormente fue concebido como una emanación del espíritu, o un producto de la razón, luego pasó a ser un valor y, actualmente, se ha transformado en una mercancía más. En el presente artículo reflexionamos a propósito de lo que algunos autores próximos a las teorías económicas postmarxistas denominan capitalismo cognitivo y otros, analizando el mismo devenir histórico, han descrito como fascismo postmoderno. En particular, nuestro análisis se centra en los efectos que se generan en el tejido social cuando se (con)funde conocimiento y mercancía.
Producción, distribución y consumo de conocimiento en el Capitalismo Cognitivo. ¿Un virus fuera de control?
.Por Simone Belli, Cristian López y Javier Romano