La historia del brain drain
M. Carolina Brandi
El fenómeno de la “fuga de cerebros” tiene una larga historia. En 1963, la Royal Society definió “fuga de cerebros” como el éxodo de científicos británicos hacia los EEUU, lo cual comprometía seriamente la economía británica, pero este término eventualmente pasó a ser de uso común para describir las emigraciones de académicos y profesionales de los países del Tercer Mundo. Debido a estas migraciones, las inversiones realizadas por estos países para la formación de sus recursos humanos fueron usadas por los países desarrollados: los resultados dieron una injusta ayuda tecnológica para los países más ricos por parte de los más pobres. Este concepto de “transferencia inversa de tecnológica” fue desarrollado por la United Nation Conference on Trades and Development en 1972. Después del final de la Unión Soviética y del Tratado de Varsovia en la última década del siglo pasado, comenzó una gran fuga de cerebros desde los países Europeos del Este: al mismo tiempo, hoy en día está presente un serio riesgo de desperdicio de cerebros, puesto que no todos los que migran pueden encontrar un trabajo al nivel de sus capacidades. Un número de académicos sugirieron que ahora es más apropiado definir a las migraciones altamente calificadas como “movilidad de cerebros” y no como “fuga de cerebros”, puesto que hasta la fecha la economía mundial está dominada en gran parte por la libre circulación de capitales, mercancías y trabajo. Sin embargo, muchos otros todavía están convencidos de que el concepto de “fuga de cerebros” todavía es válido, principalmente en el caso de las migraciones de trabajadores altamente capacitados desde los países del Tercer Mundo hacia el Norte.
Palabras clave: “fuga de cerebros”, migraciones, historia
The “brain drain” phenomenon has a long history. In 1963, the Royal Society defined “brain drain” the exodus of British scientists to USA, seriously jeopardizing the British economy, but this term eventually became of common use to describe the emigrations of scholars and professionals from the Third Word countries. Because of these migrations, the investments made by these countries on the formations of their nationals were used by the developed countries: the result was an unjust technological aid to the richer countries by the poorer ones. This concept of “reverse technological transfer” was developed by the United Nation Conference on Trades and Development on 1972. After the end of the Soviet Union and of the Warsaw Treaty in the last decade of the past century, an huge brain drain started from the Eastern European countries; at the same time, a serious risk of brain waste is present nowadays, since not all the migrants are able to find a job at the level of their skill. A number of scholars suggested that it is now more appropriate to define the high skilled migrations as “brain mobility” and not as “brain drain”, since, to date, the Word economy is largely dominated the free circulation of capitals, merchandise and job. However, many others are still convinced that the concept of “brain drain” is still valid, mainly in case of migrations of highskilled workers from Third Word countries to the North.
Key words: “brain drain”, migrations, history
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