Mundos tecnológicos y experiencias transformadoras
Diego Lawler
A lo largo de los últimos setenta años, la filosofía de la tecnología, hurgando en la tradición de las humanidades y las ciencias sociales, se ha ocupado de estudiar el fenómeno tecnológico desde un punto de vista metafísico, epistemológico y axiológico (Lawler, 2019). El destilado de esos esfuerzos es un avance importante en la comprensión de nuestras prácticas tecnológicas. Una práctica tecnológica comporta un conjunto muy heterogéneo de elementos. En primer lugar, están los complejos planes de acción para la transformación y el control intencional de la realidad (Quintanilla, 2005); en segundo lugar, las reglas y normas que regulan la realización de estas acciones; en tercer lugar, los medios tecnológicos adecuados para realizar esos planes de acción, a saber, artefactos y sistemas tecnológicos que son resultados de prácticas tecnológicas anteriores; en cuarto lugar, las capacidades, las habilidades y los conocimientos necesarios; en quinto lugar, los propósitos, los deseos y las concepciones sobre qué es conceptualmente posible, qué es físicamente realizable, qué es tecnológicamente factible y qué es éticamente legítimo perseguir (Broncano, 2000); en sexto lugar, una práctica también conlleva una cultura asociada, donde desempeñan un papel importante las imágenes de los desaciertos y los logros tecnológicos pasados, así como los valores tecnológicos promovidos y desmerecidos, además de los distintos relatos sobre el futuro y sobre el pasado con sus embebidas emociones e identidades; y finalmente una práctica se caracteriza en términos históricos.
Diego Lawler: IIF-SADAF/CONICET, Argentina. Correo electrónico: diego.lawler@gmail.com.
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