Por Emilio Muñoz
Profesor de Investigación ad honorem en el CSIC y coordinador de tareas en la Unidad de Investigación en Cultura Científica del CIEMAT.
La política científica tiene una tradición de una larga centuria en Europa e incluso sorprendentemente en España (Santiago Ramón y Cajal ya hace referencia al concepto en su obra Los Tónicos de la Voluntad). En el ámbito europeo, Reino Unido, Francia y Alemania inician políticas científicas en los primeros años del siglo XX. La moderna política científica se atribuye a los Estados Unidos, con la iniciativa del funcionario e ingeniero norteamericano Vannevar Bush tras la segunda guerra mundial y el reconocimiento al papel decisivo de la ciencia en la victoria aliada, iniciativa que se centra en el texto-programa elaborado por Bush titulado Science. The Endless Frontier (Ciencia. La frontera sin límites), promovido por Roosevelt y gestionado por Truman, su sucesor. Para analizar la complicada trayectoria de las políticas científicas, me gusta acudir, por motivos de simplicidad, al complemento circunstancial que acompaña a esas políticas. Por ello hablo de “políticas para la ciencia”, “políticas por la ciencia” e, incluso, de “políticas con la ciencia”.
Las “políticas para la ciencia” guardan estrecha asociación con el proceso de producción del conocimiento. En ellas juegan papel dos de los tres modelos socio-políticos históricamente aplicados al desarrollo de las políticas científicas: el espontáneo y el estratégico, mientras que el tercero, el planificador, no se considera lógico ni operativo en el caso de estas políticas (hay fracasos resonantes cuando se trató de aplicar en la Unión Soviética).
En el caso de las “políticas por la ciencia”, se trata de abordar el proceso de transferencia de conocimiento para el desarrollo tecnológico (se podría hablar de política científica y tecnológica). Tiene una vigencia que data, en sentido operativo, de hace 50-60 años y en ella operan también dos de los tres modelos citados: el estratégico y el planificador.
Tras las crisis energéticas y económicas, entre los políticos formados en la economía empezó a aflorar la opinión de que estas dos clases de políticas científicas no eran solución. En suma, cuestionaban la eficacia de las citadas políticas científicas sobre el crecimiento y desarrollo en los países avanzados. A partir de ese posicionamiento, se trata de asociar investigación y desarrollo tecnológico con la innovación (tecnológica esencialmente). Surgen así las políticas asociadas, orientadas al trinomio I+D+i, cuya aparición podríamos datar de hace 30-40 años y que persiguen la transformación y el desarrollo de conocimientos en procesos y productos que van a ser sometidos al juicio (control) del mercado. De esta nueva orientación y de la intervención de los científicos sociales en el diseño de estas políticas (y en su análisis) surgen nuevos modelos (con aspiración teórica): el lineal, el interactivo y el sistémico (noción de sistema). A estas políticas, me atrevería a llamarlas “políticas con la ciencia”, ya que en ellas hay que considerar la cooperación como foco.
Cada uno de estos tipos de políticas asociadas a la ciencia y la tecnología es dirigido, gestionado y orientado por diferentes actores y por sus culturas y pautas de conducta. Así, en la “política para la ciencia” interviene con relevante protagonismo la comunidad científica con su tradición y su psicología, que se refleja en intereses y valores particulares, de forma que los decisores y gestores políticos acomodan sus actuaciones a las culturas de esa comunidad y a su reflejo e influencia en las correspondientes instituciones. En suma, estas políticas operan de acuerdo con las lógicas de las instituciones científicas.
En el caso de las “políticas por la ciencia”, los actores protagonistas se enriquecen, se diversifican y complejizan. Intervienen la comunidad tecnológica (protagonismo de la ingeniería) y una parte selectiva y relevante de las empresas del sector industrial. Los decisores y gestores implicados en estas políticas tienen que incorporar, en los procesos de gobernanza, bases e instrumentos híbridos, ya que las psicologías son más ricas y complejas y se diversifican los intereses, los valores y las creencias.
En el caso de las “políticas con la ciencia”, debe jugar un papel protagonista la comunidad empresarial al colaborar y cooperar con la comunidad científica y con la comunidad tecnológica. El reto al que se enfrentan los decisores y gestores políticos es aún mayor, ya que deben comprender e interpretar niveles mayores de complejidad psico-social: los intereses, los valores y las creencias son extremadamente variados; en ocasiones pueden aparecer como contrapuestos, aunque el objetivo es buscar la complementariedad.
La política científica y tecnológica es un área de la política de indudable complejidad, que requiere amplios conocimientos. Sus análisis, propuestas y toma de decisiones reclaman aproximaciones poliédricas con incorporación, integración de dimensiones, dinámicas y éticas procedentes de diferentes campos del conocimiento: de las ciencias experimentales, de las tecnologías e ingenierías, y de las humanidades y ciencias sociales (historia, filosofía, sociología, economía y psicología). No se puede improvisar en este ámbito, no se debe caer en la tentación de redescubrir lo evidente a costa de la inexperiencia o reinventar la rueda en cada instante (léase gobierno, institución, agencia, gobernante, decisor, ejecutor, agente).
De la aplicación de este corolario surgen en esencia los problemas que he diagnosticado para la política científica, recurriendo a la aplicación de la teoría de la metáfora, como patologías degenerativas, en un artículo en la revista Arbor (nº 738, julio-agosto 2009, pp. 837-850), cuyo resumen reza así:
La aplicación de una analogía como ser vivo e inteligente a la política científica ha permitido identificar lo que he llamado “crisis” de esa política, como resultado de un proceso de envejecimiento -hace más de 60 años que se inició la política científica moderna- en el que han intervenido una serie de patologías que han sido diagnosticadas a través de una serie de revisiones críticas emprendidas por el autor dentro del marco de un programa sobre “filosofía de la política científica”. A través del recurso de metáforas médicas y clínicas, he podido construir una historia clínica en la que se describen las patologías y sus diagnósticos, asociadas simbólicamente a trastornos mentales y sensoriales. Entre ellos cabe mencionar procesos de amnesia, del que es un ejemplo la disociación entre lenguaje y acción motora (discurso y acción); la deficiente comprensión de conceptos en el trinomio básico I+D+i y de las relaciones entre ellos; frecuentes errores de percepción (visión y audición) respecto al sentido y uso de los indicadores habituales; el tránsito, dependiente de circunstancias ajenas al propio objeto de la política de ciencia y tecnología, desde la euforia a la depresión (trastorno bipolar) y las consiguientes pérdidas de sentido de la realidad.
De acuerdo con la aproximación metafórica aplicada, se proponen terapias para superar la “crisis” a las que se les aplica la analogía de las nuevas terapias regenerativas, orientadas a la corrección de procesos degenerativos. Entre ellas se incluye la incorporación (trasplante) en la marchita política científica de viejos conceptos como los de “gobernanza” y “espacios” que pueden actuar, de nuevo simbólicamente, como elementos troncales (pluripotentes) para que sirvan como regeneradores de una gestión política habitualmen
te apoyada en aproximaciones burocráticas y académicas esencialmente simples y tradicionales.
Sutileza
Cuando habla de los tres modelos socio-políticos históricos: el espontáneo, el estratégico y el planificador, no logro encontrar la diferencia entre el segundo y el tercero.
Me parece que la estrategia tiene que \»bajar\» a una planificación, salvo que la diferencia sea entre la planificación estratégica y operativa y a esta última la denomine planificación.
políticas para la ciencia?, ?políticas por la cien
Excelente artículo de Emilio Muñoz, experto de reconocido prestigio en bioquímica, biología molecular, biotecnología y otros ámbitos. Quisiera apuntar que aunque se ha avanzado respecto al pasado, no se ha invertido lo suficiente en I+D+i en los últimos veinte años de las vacas gordas de nuestra economía; todavía, para hacer ciencia con la dignidad adecuada hay que investigar en centros extranjeros. Es comprensible la situación en un país cuyo papel en la UE es la actividad turística y de servicios. Salvo dignas excepciones, la Universidad tampoco parece apostar por un cambio que apoye la I+D+i pues ello, además de presupuestos, requiere cambio del paradigma que secularmete ha sustentado la Universidad. España es diferente. http://www.institutoroche.es/doc.php?op=biotecnologia&menu=2
Dra. en Ciencias de la Comunic. Social
La polìtica científica y tecnológica requiere, a su vez, de una política de comunicación pública de la ciencia para incorporar a otros actores en su elaboración y consenso, como los investigadores en comunicación social, periodistas formados en periodismo científico y grupos representativos de la sociedad civil.
Más Emilio
He disfrutado mucho el texto de Emilio; tanto, que me ha sabido a poco. Me gustaría conocer un poco más los tres modelos, ya que si bien el espontáneo y el planificador puedo imaginarlos, el estratégico me despierta interés e interrogantes. En realidad, sobre el planificador también me gustaría recibir más precisiones, porque Emilio lo despacha con referencias a la Unión Soviética, pero bien es sabido que por estas tierras (en rigor, poco planificables) la planificación fue siempre una aspiración; algo así como el ideal de la administración racional. Me parecieron brillantes los párrafos de la cita de Arbor, aunque quisiera estar seguro de que la metáfora-ironía alcanza a las nuevas terapias; particularmente a la gobernanza, que a mi organismo le sienta muy mal y me produce urticarias. ¿Cómo separar este concepto de la batería de instrumentos desreguladores y privatizadores de los 90? Porque si bien la gobernanza tiene historia en la ciencia política, siento que su irrupción en la política científica formó parte de una operación menos transparente que la que pregona el término.
Quien y para que se proponen las políticas científ
Es un tema muy interesante las políticas de o para la ciencia. Sin embargo en este documento no se trata como esas políticas han impactado en la educación de nivel superior, ya que ahí es donde se dan los primeros pasos para la formación de cuadros de investigadores serios que dedicaran parte de su vida a desarrollar ciencia y tecnología para una sociedad necesitada de regulaciones serias y responsables.
Como dice el autor, sesenta años de política científica… y qué ha ocurrido hasta el momento? Nada de nada, por lo menos en una enorme parte de América Latina. Reconozco la ingenuidad, pero una política sólo es política si se materializa en un avance para el grueso de la sociedad… Y conste que no quise poner \»toda\» la sociedad, eso hubiera sido demasiado.
Híbridos
Muy interesante la distinción hecha por Emilio Muñoz acerca de los tipos de políticas científicas. Sin embargo, cuando reflexiono sobre algunos proyectos científicos en la \»práctica\», y especialmente actuales, como por ejemplo los que tienen que ver con las nuevas \»políticas del cambio climático\», me quedo con la sensación de que estos son en realidad proyectos híbridos. Es decir, están involucrados en ellos (e igualmente en sus políticas) actores de la política para, por y con la ciencia. Veo un poco difícil identificar políticas tan \»puras\» como para decir que se encajan en uno de los tipos apuntados por Muñoz, aún más en tiempos como el que vivimos ahora – y como lo apunta el propio Prof. Muñoz – \»de indudable complejidad, que requiere amplios conocimientos\». Si me equivoco en el comentario que acabo de hacer es porque quizás no haya terminado de entender los complementos presentados por el profesor.
Las politicas cientificas.
Las politicas cientificas de investigacion, todavia hay mucho por hacer, lamentablemente, los paises del tercer mundo o de America Latina, no pueden inivertir para poder investigar cientificamente, pues se necesitan fondos economicos bastante grandes, pues hay todavia que encontrar ;la solucion a tanto problema de caracter social, politico, cientifico, pues hay muchos males a los que no se les encuentra ninguna solucion
Entonces implica que hay que invertir mas fondos en investigacion, ya que solo los paises grandes invierten en el rubro de la investigacion,
El complicado camino de la política científica.
Iniciando con el título, si que es complicado puesto que tambien considero que existe la iencia pura.
Además de que los gobiernos invierten muy poco del PIB para la investigaíón, sobre todo en América latina.Hasta cierto punto entendible ya que existen innumerables problemas sociales.
Considero también que la pràctica científica muchas veces es viciada por las políticas que para ello se aplican.
El complicado camino de la política científica
Excelente ponencia del Dr. Emilio Muñoz. He disfrutado mucho el texto. Me gustaría conocer un poco más de los tres complementos, son de gran interés y suscita muchas interrogantes.
Las políticas se engloban en un contexto muy dificultoso para América Latina, no tan solo en el presente. El asunto económico siempre priva sobre los intereses de la ciencia y la investigación, y ni tan siquiera lo que se dedica del PIB es suficiente para las problemas sociales que aquejan a casi toda Latinoamérica.
Que mas
Cuando se habla de modelos, creo es necesario hacer énfasis en la evolución de estos mas que en la aplicación de uno con respecto al otro y fundamentar aun más el avance en nuestros días del desarrollo del modelo de red que implica la interacción casi simultanea de las diferentes areas que apoyan el proceso, tanto como el avance de las comunicaciones.
Parece ser que las políticas que cita el artículo no se aplicaran, porque si se hiciera, el planeta no estuviera en las condiciones que esta, no hubiera problemas con el cambio climático porque este se ha ocasionado es por el mal uso de la ciencia y la tecnología debido en parte al incremento de gases emitidos a la atmósfera donde los paises que más contaminan son los menos comprometidos en las políticas de descontaminación.
Por esta razón si estoy de acuerdo con un texto del artículo donde dice que en estas políticas deben intervenir los diferentes actores de los distintos campos del conocimiento sin dejar de lado algunas comunidades indígenas que tienen un conocimiento empírico sobre el buen manejo de la tierra para no alterar su equilibrio, también es necesario escuchar a los países menos desarrollados para indagar como sortean muchas dificultades sin el uso de tecnologías tan avanzadas, de esta manera el conocimiento sera universal y útil para las presentes y futuras generaciones.
¿Complicado o complicarlo?
Entiendo que el abordaje de políticas científicas más allá de ser complejo por la diversidad de paradigmas e intereses relacionados al mantenimiento del poder se lo hace complicado.
La complicación no es de la ciencia en su interacción con la tecnología, menos aún en los vínculos naturales que se establecen en la innovación, sino que el surgimiento de otras figuras_ por fuera de la ciencia_ figuras políticas caracterizadas por provenir del derecho no atienden ni entienden los cambios y necesidades de los avances y limitaciones de las que sí deberían ocuparse.
Én mi país, Uruguay, se ha revertido la mirada sobre estos tópicos_ con el riesgo de caer en un encantamiento entre ciencia y tecnología_ atentanto contra el ambiente. Son muchos los actores y diversidad de posiciones son escuchadas, pero… cuesta hacer posible la escucha y participación del pueblo en aquello de lo que estuvo relegado por 200 años.
Un abrazo
Nos leemos
Escuchar: ¿Qué es eso?
Escuchar, es tan difícil lograr eso. Probablemente, amiga, si las políticas científicas y tecnológicas hubieran atendido los Saberes de lasw Culturas y desoíodo un poco a la burocracia dominante y positivista occidental, quizás el mundo no sería una fuente de contaminación no sólo desde lo material, sino donde la ética deja mucho que desear.
Salvar, escuchar, dejar hacer a quienes saben y hacen ciencia sin sofisticados laboratorios ya fue, y de lo poco que queda, sólo basta ver algún documental con las atrocidades que se cometen contra la madre Tierra y sus habitantes (pertenecientes a todos los dominios y reinos biológicos)
Un abrazo
Nos leemos.
¿Y la España actual?
Este tema sería muy interesante que se extendiera dándole un enfoque español, principalmente dirigido al liderazgo que debería ejercer España, dentro de la comunidad hispanohablante.
Para Cecilia_Sutileza
Hay dos difrencias en mi opinión sustanciales entre el modelo estratégico y el planificador.
El primero responde a una visión orientadora :se marcan los objetivos8 generales esencialmente) para que actores y agencias diseñen sus programas, proyectos y actúen consecuencia.
El planifificador precisa los objetivos, plantea los instrumentos, establece los fondos para los mismos, dirige la acción.
Por otro lado, el estratégico está en línea con una concepción liberal , mientras que el planificador es mucho más dirigista.
Por ejemplo, USA actúa en política cientifica de acuerdo con modelos estratégicos; la antigua URRS actuó de forma planificadora.En cualquier caso, hay posibilidades para llegar a híbridos entre los dos modelos,por lo que la apreciación de Cecilia tiene su sentido.
Para Antonio Martín
Muchas gracias por las amables palabras Antonio.
Estoy bastante de acuerdo contigo en que a pesar de los avances seguimos con problemas y retrasos.Podemos recordar una vez más, ahora que está en cartelera, la película de Tim Burton sobre Alicia y el país de las maravillas , lo de la Reina Roja : \»cuanto hay que correr para estar en el mismo sitio\» . Este pensamiento viene como anillo al dedo para las políticas de ciencia y tecnología.Para que ellas funcionen hay que fomentar continua y decididamente la ciencia, la tecnología y la apuesta por la innovación tecnológica, no de forma sincopada.En España , ya lo he declarado bastantes veces y vuelvo a hacelo ahora: \» no hay poder económico , sea publico o privado, que crea que la ciencia y la tecnología sean fundamentales para el progreso social y económico\». Y así nos sigue yendo…
Lucila y la sociedad.
Lo que Ud plantea Lucila, desde lo que intuyo es una interesante perspectiva que deriva de su formación y actividda profesional, es indudable acertado, porque da nueva base y sustento a la idea de la complejidad y riqueza con que se deben afrontar las políticas de ciencia y tecnología.Son políticas a la vez horizontales y verticales, al mismo tiempo transversales y longitudinales, y a su vez, generales y sectoriales.De ahí que haya propuesto para sociedades y países que no tienen mucha trdaición en ciencia y tecnología , ni reconozcan en ellos elemento fundamentales para sus desarrollos, la necesidad de \»un pacto social\» para que esas políticas sean posibles, eficaces y eficientes.
Algo más pero no mucho para Mario
Mario,me alegra que el texto te haya despertado un cierto interés.Ya es algo para quien como tú es un experto( perito) en estos temas;estoy tratando de responder a quienes tienen la amabilidad de intervenir en este foro pero hay muchos y como además no soy precisamente un dominador de esta tecnologías incurro en erratas en mis respuestas.Por eso mi respuesta será solo parcial
Ya he dado un avance en la caracterización del modelo estratégico en mi respuesta a Cecilia.Para insistir sobre ello, voy a comentar el caso de la decisión de fomentar la biotecnología en USA tras los avance en ingeniería genética y anticuerpos monoclonales. La primera iniciativa estuvo , si no recuerdo mal, a mediados de los 1970. En los presupuestos de ciencia y tecnología elaborados por la Casa Blanca se estableció una rúbrica específica para la biotecnología a la que se dotó, si tampoco recuerdo mal, con 500 millones de dólares para el fomento de la investigación básica. Al mismo tiempo bajo la iniciativa de los proyectos de colaboración entre ámbito investigador y mundo empresarial ( en sus aspectos de desarrollo tecnológico) se promovió e incentivó la colaboración entre ambos ámbitos en temas de interés para el mundo empresarial.Eso es para mí una priorización estratégica; es decir,uno sabe con lo que cuenta y cómo hay que contar con ello.
Cuando no se dispone de estos activos,no se posee una sociedad civil en el sentido más rico del término, hay que recurrir a utilizar ( o aceptar)los otros dos modelos: el espontáneo y el planificador: el uno para dejar la la iniciativa en manos y cabeza de los investigadores ,o el otro para tratar de dirigirla con zanahorias y algún palo que otro.
Respecto al término gobernanza, la introdución en políticas en el área europea ha venido por iniciativa de la Comisión Europea en el año 2000 para tratar de sobrevivir ( políticamente) y de apoyar la Estrategia de Lisboa.Mi pequeña aportación a la gobernanza está en otro artículo de Arbor ( nº 715,septiembre-octubre 2005, págs.287-300)en el que se propone una definición
como \» puesta en práctica de gobierno estratégicas para poner de relieve el valor de lo público a través de la relación entre sociedad, mercado y Estado y conseguir de este modo un desarrollo socialmente sostenible\» , página 296, segundo punto y apate.En ese mismo trabajo se discuten los elementos estratégicos con que se puede afrontar la relación entre gobernanza, ciencia y tecnología. A partir do lo que ahí se apunta podríamos comentar y debatir más en otro foro, lo que siempre será un placer.
Universidad,pol´ticas de C yT ,para Josaefina
Aprecio su comentario y su punto de vista. De hecho, la educación superior , la universidad están siempre presentes de forma más o menos explícita en las políticas de ciencia y tecnología.De hecho en todas las políticas sean para, por o con la ciencia, existe una prioridad común , que es un programa de Formación de Personal Investigador.
Por otro lado señalarle que las estrategias y políticas para promover una universidad investigadora son más antiguas que las políticas científicas y tecnolológicas: la Universidad humboldtiana cifra sus orígenes en el siglo XIX, las modernas políticas de C y T datan del Siglo XX.
otros actores sociales
En el modelo estan ausentes otros actores sociales, por fuera del sistema cientifico y tecnologico, el empresarial y el gubernamental tambien tienen un punto de vista, unos intereses y necesidades significativos y relevantes. Los ciudadanos, las ONGs, las comunidades locales, los pueblos originarios …..
A Belarmina-Políticas y sociedad
Es evidente que las políticas tienen que materializarse en resultados, pero los de las políticas de ciencia y tecnología por su complejidad, por su transversalidad y por su reflejo en plazos generalmente largos no son fáciles de identificar.Esta dificultad es todavía mayor en países que han tenido poco desarrollo científico y tecnológico no porque sus socieades no hayan querido, sino porque sus recursos han sido escasos por existir otras necesidades y quizá , y sobre todo ,porque sus dirigentes no han apostado por ello.
De ahí que mi comentario final a esta reflexión importante ,y sentida, de Belarmina es que lo que fallado en una gran parte de América Latina, así como en otras muchas partes del mundo, no son sólo las políticas científicas sino las otras políticas: educativas, económicas, sanitarias.
Híbridos sí y también interrelaciones. Problemas p
Una excelete obsrvación , y como ya he comentado en la respuesta a Cecilia,es posible la existencia de híbridos en las políticas y , de modo muy particular en el caso de las políticas con la ciencia, en donde el papel protagonista reside en el mundo empresarias. De hecho, puedo hipotetizar, aunque no he estado nunca dentro de una multinacional, que una empresa de estas característcas debe desarrolar sus políticas de I+D combinando al menos dos modelos, el estratético y el planificador, sin destarcar incluso que haya un \» ménage a trois\» , al incorporra algunos toques de modelo espontáneo.
Toda esta dinámica de hibridación se corresponde además muy bien con las nuevas orientaciones o conceptos en la producción de conococimiento: el modo \»2\» de Gibbons y colegas o con la concepción \»tecnocientífica2 de mi amigo y colega, Javier Echeverría.
De todas formas para precisar un poco el marco de la interesante observación de Bárbara, una cosa son las políticas y otra cosa los instrumentos. En el caso de los proyectos, y de las prácticas más actuales en el ámbito científico y tecnológico, prima la multidisciplinariedad y, de modo muy especial, la interdisciplinariedad. Por eso creo que a veces, y ese es uno de los problemas de las políticas científicas y tecnológicas actuales, que hay contradicciones entre los modelos de políticas de Cy T que hasta ahora han sido siempre bastante lineales lineales y las acciones que conducen a producir conocimiento científico y tecnológico que tienden cada vez más a ser híbridas e interrelacionales.
Respuesta conjunta a los caminos
Comento estas tres reflexiones que tienen en común el lamento por la dificultad de los países en vías de desarrollo.Está el conflicto entre necesidades y limitación de recursos.Esto significa que hay que priorizar todavía más y mejor que en países más desarrollados.
Por ello recomendaría que ante necesidades muchas y recursos limitados se siga el modelo estratégico.
En todo caso, para hacer frente a un mundo globalizado y muy tecnologizado hacen falta expertos, no ya para producir ciencia y tecnología sino para escoger bien la ciencia y la tecnología que hay que adquirir o adoptar.
Respuesta a Carmen y los dos otros caminos
Estos tres comentarios tienen que ver con el lamento de la situación en los países en vías de desarrollo con muchas necesidades y pocos recursos.
De ahí que en esos países sea preciso priorizar:aplicar más y mejor modelos estratégicos.
Al menos una necesidad me parece evidente, la de disponer de expertos que sean capaces de valorar y decidir, en un mundo crecientemente tecnologizado, que ciencia y tecnología hay que conocer, adquirir y adoptar.
Un apunte para Mario Villeda y comentario a las r
Los modelos que se tratan de forma esquemática , consecuencia forzada de la lógica limitación de espacio, no son teóricos sino resultado del anális de lo que se ha aplicado en las políticas de C YT .Son fruto de las trayectorias y las evoluciones históricas, políticas, y sociales en relación conla proción de la ciencia y la tecnología.
Los malos resultados de la relación entre desarrollos científicos y tecnológicos y la naturaleza no son directa consecuencia de esos avances sino de los usos y las aplicaciones de los mismos. A eso se añade en qué mundo y sociedad estamos con la tiranía del dinero como valor fundamental y del consumo como promotor de que aumente el PIB, indicador mágico ,y en mi opinión y en la de otros muchos más cualificados que este modesto analista, poco adecuado par dar cuenta del progreso social en el sentido más completo y rico del término.
Gracias, Emilio, por su respuesta. Efectivamente, el área científica no es la única que ha sufrido la ignorancia y la desidia de quienes nos gobiernan. Ojalá que algún día esto cambie. Algunos países como Argentina, Chile y Uruguay -más allá de los consabidos ejemplos de México y Brasil- han empezado a dar muestras de que es necesario contar con un sistema científico-tecnológico sólido y con vistas a crecer.
en la misma sintonía
Hola Emilio. Un gusto saber de la dinámica de este foro. Creo que tus aportes van en sintonía_ si no hice una lectura errónea_ con lo explicitado en mi mail. Estoy totalmente de acuerdo en que los desarrollos de la temática van mucho más allá de lo realizado, de todos modos sigo entendiendo que la ciencia y su vinculación con la tecnología no son los culpables de nada, sino que son esos otros factores que están a la caza de situaciones de debilidad y emergentes como dar trabajo a la gente para que pueda comer. Es una prioridad, por lo que muchas veces los decisores se tientan o mejor dicho se ven forzados a cometer atropellos sobre la naturaleza, loo que termina siendo un círculo de carencias que deterioran el planeta y la visión de la ciencia.
Un abrazo
Nos leemos
Rectificación error en texto
Antes de que se acabe el diálogo en relación a este texto del que soy autor,debo hacer una rectificación.
Mi amigo y colega José Antonio López Cerezo me ha hecho notar que el Informe Vannever Bush fue presentado al Presidente Truman ya que el presidente Roosevelt que fue quien lo encargó y su decidido promotor falleció en 1945.Yo era plenamente consciente de que Truman fue quien lo implementó por haber muerto Roosevelt; el error ha estado en utilizar la palabra presentado.El texto debe decir. a partir de la frontera sin límites …\» promovido por el Presidente Roosevelt, y gestionado por el presidente Truman\».
Si desde la redacción del foro se puede hacer esta sustitución sería perfecto. Y gracias al profesor López Cerezo
.
El caso español, para Santiago
El caso o enfoque español ha sido profusamnete tratado por un a serie de autores entre los que me cuento.Adjunto algunas referencias
– E. Muñoz “El sistema de investigación en España. Investigación e Innovación”. ARBOR, 639 (marzo 1999) pp 391-428. Año 1999.
– E. Muñoz \»Política científica (y tecnológica) en España: Un siglo de intenciones\»,
Ciencia al Día Internacional,
http://www.ciencia.cl/CienciaAlDia/volumen4/numero1/articulos/articulo2.html. Año 2001.
– E. Muñoz \»The Spanish System of Research\» en Research and Innovation Policies in the New Global Economy. An International Comparative Analysis (Ph. Laredo y P. Mustar, eds), págs 359-397, Edward Elgar Pub., Cheltenham (Reino Unido). Año 2001.
– E. Muñoz \»Veinticinco años en la evolución del sistema (Twenty-five years in the development of the system)\» en Un análisis de la política científica en España, número coordinado por X.. Pujol, Quark nos. 22-23, págs. 12-17. (Octubre 2001 – marzo 2002). Año 2002.
– E. Muñoz, “Investigación científica y desarrollo tecnológico: España y el furgón de cola”, Temas para el debate, nº 140, julio de 2006, págs. 50-52. Año 2006.
– E. Muñoz y A. García Arroyo, “El nacimiento de la Ley de la Ciencia: el sueño del progreso”, número especial 20 años de la ley de la ciencia, 1986-2006, mi+d revista diciembre 2006, págs. 21-25. Año 2006
– E. Muñoz, “El círculo europeo de las perplejidades observado desde España”, introducción a la Cuarta Parte: La Europa del Conocimiento: educación e investigación en El rumbo de Europa (A. Guerra y J.F. Tezanos, eds.), págs.267-291, Fundación Sistema, Madrid. Año 2007.
– E. Muñoz, “Viaje de ida y vuelta: reflexiones personales”, en Tiempos de ciencia y de política.Libro de homenaje a Emilio Muñoz (Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad, Ito.de Filosofía, editores), págs.187-204. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid. Año 2007.
– E. Muñoz y J. Sebastián, “Exploración de la política científica en España: de la espeleología a la cartografía”, en Cien años de política científica en España (Ana Romero de Pablos y María J. Santesmases, eds), págs. 357-384, Fundación BBVA, Bilbao, Madrid. Año 2008.
E. Muñoz y F. Ornia. Ciencia y tecnología: Una oportunidad para España. Ministerio de Educación y Ciencia, con la colaboración de Aguilar S.A. de Ediciones. Madrid, 1986.
– E. Muñoz, María J. Santesmases, J. Espinosa de los Monteros. Changing structure, organisation and nature of public research systems. Their dynamics in the cases of Spain and Portugal. Instituto de Estudios Sociales Avanzados – CSIC, Madrid. Año 1999.
– J. Sebastián y E. Muñoz (eds.), Radiografía de la investigación pública en España, Biblioteca Nueva, Madrid. Año 2006.
– C. Sánchez del Río, E. Muñoz y E. Alarcón (eds.), Ciencia y Tecnología, volumen 4 de España siglo XXI (S. del Campo y J. F. Tezanos, directores), Biblioteca Nueva, Madrid.Año 2009.
Espero que en algunos de estos textos pueda encontrar información sobre la política científica española, aunque no se haga énfasis sobre el liderazgo en la comunidad con la compartimos idioma y algunas otras cosas.
Otros actores sociales
Muy interesante la observación, María Elina.
Por este objetivo transitan los nuevos modelos y trayectorias de las políticas de ciencia y tecnología.
La participacipación ciudadana y su intervención en estas políticas está siendo objeto de investigaciones en España y en estrecha conexión con América Latina por José Antonio López Cerezo, un contribuyente habitual a la revista CTS y , desde el plano coceptual, ha sido elegantemente tratado por Javier Echeverría con su aproximación al concepto de tecnociencia y más recientemente con el de innovación social ( objeto por cierto de un reciente Foro).
Desde el plano de la percepción y actitudes sociales ha habido algunas encuestas de la FECYT que han explorado este tema a partir de algunas preguntas. Por otro lado, hay algunos análisis sobre el tema, como un próximo trabajo ya aceptado y que aparecerá en la Revista Public Understanding of Science de Ana Muñoz, Carolina Moreno y José Luis Luján sobre actitudes de los españoles ante la financiación de la ciencia.
Una pequeña consulta. He leído en varias ocasiones que el modelo lineal suele desprenderse del informe Bush. Incluso si no está en el texto del 45 (como quiere señalar Brooks en algún artículo), sí puede colegirse del primer informe de la NSF de principios de los 50. En su texto apareciera como que el modelo lineal surge recién después de las crisis económicas y las teorías de la innovación. Me gustaría saber si su posición es que en ese momento surge la reconstrucción teórica del modelo o el modelo mismo como guía de las políticas?
Finalmente, me ha encantado la expresión \»filosofía de la política científica\». Las preguntas acerca de los objetivos de la producción de conocimiento, que fundamenta las políticas, es de igual o mayor importancia que las de la validación de ese conocimiento, pero lamentablemente no han recibido la misma atención por parte de la comunidad filosófica.
respuesta a Federico sobe modelo lineal
Ya sé que hay alguna corriente que trata de situar el origen del modelo lineal en el Informe Bush a los Presidentes Roosevelt y Truman.
Yo no estoy a favor ya que en mi opinión el modelo lineal surge cuando se trata de incorporar la innovación al discurso y las políticas de I+D.El Informe Bush es un gran documento de políticas de I+D pero la innovación no está presente.
Bien es verdad que en ese documento se habla de investigación aplicada o industial, de investigación de interés sanitario, y , muy importante de investigación militar, pero el documento, en lo que de ímplicito hay de lineal al dar un protagonismo esencial a la ciencia básica, se proyecta hasta el desarrollo tecnológico pero no va más allá.
No he tenido la oportunidad de examinar el primer informe de la NSF pero dudo que en él se hablara de innovación.Todas las actividades de ese periodo, muy importante para la política científica moderna, se encaminaron a la construcción del concepto de I+D y a su caracterización y desarrollo de instrumentos para su análisis
La idea del modelo lineal surge de los economistas de la innovación que hablan del \»science push\» y del \»market pull\» , hasta el extremo de que algunos lo han querido asociar con Schumpeter, En todo caso, ese modelo se empieza a incorporar en los debates y trabajos que a partir de los años 60, quizá a mediados de esa década, persiguen evaluar la conexión entre ciencia y economía a través de la relación ciencia, tecnología, innovación o de conococimiento científico, desarrollo tecnológico, productos y mercado.
Por otro lado, para terminar este ejercicio a que me ha propulsado su pregunta federico, quiero señalar que si acudimos a mis propuestas de políticas en atención con los complementos, los paíse europeos como, entre otros, Francia, Bélgica y más tarde Alemania ya plantearon en sus estrategias de políticas de ciencia y tecnología en los años previos e inmediatamente posteriores a la segunda Guerra Mundial \»politicas por la ciencia\» es decir orientadas a fomentar la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico sin incorporar todavía el término innovación. l
Politicas desde la ciencia
Me parecio muy preciso el articulo, sobre todo en lo que permite distinguir parametros para el analisis de un conjunto complejo de vinculos en lo que llamamos politicas cientificas. Desde Latinoamerica el tema de la transferecnia aparece ligado a las elites intelectuales y tecnicas que estan asociadas a las estructuras del poder politico. Por ejemplo, la incorporaciondn del modelo positivista a las universidades de finales el siglo XIX (el tema de la enseñanza superior siempre aparece adherido a una politica \»para la ciencia\») es una decision politica que creo estructuras, academicas, especialistas, escuelas, etc. y sus consecuencias fueron politicas para, con y por la ciencia. Pero, creo, la eleccion politica tiene mucho que ver, y viene determinada no por actores cientificos (es decir que no surge como una \»politica para la ciencia\»), sino por la perspectiva valorada desde fuera por las elites decisorias, como valiosa en si, desde una ideologia del saber, \»desde la ciencia\» misma. Si no hubiera un consenso ideologico en torno a las posibilidades del la energia atomica – com lo hubo tanto tiempo en Alemania Nazi- no habria dilemas a lo Oppenheimer (ni politicas por y con la ciencia). Un abrazo.
AGRADECIMIENTO
AGRADEZCO HABER RECIBIDO LA PRESENETE NOTA, LA MISMA NOS INVITA A LA REFLEXIÓN Y AL DEBATE.
ME QUEDO REFLEXIONANDO SOBRE NUESTRO TRABAJO \»AD HONOREM\» Y EL PRESUPUESTO QUE SE DEDICA A OTRAS AREAS MENOS IMPORTANTES.